PREPARACIÓN DE MERMELADA CASERA

La fruta, por sus numerosas propiedades, es un alimento irresistible. Pero a menudo se estropea y no queda más remedio que deshacerse de ella. Una buena alternativa para conservarla y degustarla es en forma de mermeladas. La fórmula es muy sencilla: una mezcla de fruta cocida y azúcar.

Mariposas os anima a que probéis, os aseguramos que el resultado os va a encantar.

Paso 1:

Lavar muy bien las naranjas con un cepillo y trocearlas para sacar las pepitas.

Paso 2:

Triturar las naranjas y pesar la pulpa. La cantidad de agua añadida debe ser igual a la cantidad de pulpa de naranja obtenida. 

Paso 3:

Poner en una olla esta masa junto con las pepitas metidas en un huevo de té o bolsita de algodón perfectamente cerrada. La pectina que sueltan las pepitas, hará de espesante sin necesidad de añadir ningún elemento artificial.

Tapar la olla y dejar reposar 24 horas.

Paso 4:

Al día siguiente, hervir todo de 5 a 10 minutos para ablandar la masa y sacar el huevo con las pepitas.

Paso 5:

Volver a pesar para añadir el azúcar. Por regla general la cantidad de azúcar añadida será igual a la cantidad de pulpa

Paso 6:

Hervir toda esta mezcla y mover con una cuchara de palo lentamente. Cuando la última gota que caiga de la cuchara quede pegada a ésta, entenderemos que la mermelada esta terminada.

Paso 7:

Limpiar muy bien los tarros y las tapas con agua hirviendo, para que no quede ningún germen que mas tarde pueda estropear la mermelada.

Paso 8:

Rellenar los tarros de cristal con la mermelada aún caliente.

Truco: poner una cucharilla al echar la mermelada en el tarro para conducir el calor y evitar que  éste estalle.

Paso 9:

Cerrar herméticamente y ponerlos boca abajo para hacer el vacío, consiguiendo así una conservación duradera y segura.

Muchas gracias a la abuela Alice de Suiza por su tradicional receta.

Esperamos que os haya gustado, intentéis hacer esta receta y nos contéis cómo os ha ido.

Feliz Día